[Letra de "La Otra Mitad"]
[Verso 1]
El amor es un castigo, y lo entendí al conocerte
Dejé de ser yo mismo por tener miedo a perderte
Y era tal la angustia que sentía
Al esperarte levantado tantas las noches hasta que se hacía de día
Retorcido por los celos, esperando una respuesta
Te olvidabas de todo, yo subía la cuesta
Nunca te diste cuenta del simbólico contrato
En el que dos son uno solo, y sólo yo fui el insensato
Ahora me arrepiento
De quedarme esperando tantas horas perdiendo el tiempo
Si no nadas te ahogas y sientes como esa soga
Te va dejando sin aire y hace que te explote el pecho
Ahora soy mejor persona, he pasado página
Los errores no perdonan, no son simples matemáticas
Pero quizá lo que ocurría en realidad era
Que yo no entendía nada porque faltaba la otra mitad
[Verso 2]
El amor es un castigo que querría vivir contigo
Y lo entendí al conocerte, y sentir lo que es estar vivo
Dejé de ser yo mismo, al unir estas dos partes
Por tener miedo a perderte, yo perdí el miedo a encontrarme
Y era tal la angustia que sentía
Que ahí empecé a entender que en realidad ni yo me entendía
Al esperarte levantado tantas las noches hasta que se hacía de día
Vi que eran todo tonterías
Retorcido por los celos, confundido por los peros
Esperando una respuesta, sin haberte preguntado
Te olvidabas de todo por crear recuerdos a mi lado
Yo subía la cuesta, y tú me besabas luego
Nunca te diste cuenta de cuánto amaba mirarte
Del simbólico contrato, entre mis ojos y ese instante
En que dos son uno solo, y sentirte era poesía
Y sólo yo fui el insensato, al no hacerte el amor todos los días
Ahora me arrepiento, de no haberte mirado más mientras te peinabas
De quedarme esperando tantas horas perdiendo el tiempo
De desperdiciar momentos y convertirlos en nada
Si no nadas te ahogas y sientes como esa soga
Te impide romper las olas y te hundes con los secretos
Te va dejando sin aire y hace que te explote el pecho
Pero tú me enseñaste que soy yo quien lo controla
Ahora soy mejor persona, gracias a ti
He pasado página, pero eres un libro sin fin
Los errores no perdonan, si nunca aprendes de ellos
No son simples matemáticas, son cartas perdidas sin sello
Pero quizá lo que ocurría en realidad era
Que yo era de Marte y tú de Venus nada más
Que yo no entendía nada porque faltaba la otra mitad
La que trajo luz a mi oscuridad
La única vez en mi vida que sentí lo que es la auténtica felicidad