J.s Homero
Rapsoda del Óbito
[Verso]

Adonis en sus ojos, sus labios tan menudos, finos y
macizos, su cabellera oscura, que divinidad pura, que
espejo más sincero sin ninguna duda.

El sol abraza a la tierra, y alumbra el porvenir que gira
alrededor del umbral del destino.

Sin saber el presagio maligno que le espera.

Caer en picada, como el ave que aletea en las brumas de la deriva de la cascada.
Volar hacia la ciudad de las lenguas infinitas,
recorriendo de extremo a extremo hasta ver el fin de la tierra en su seno sumida.

En el transcurso del viaje herméticas cosas se ven a lo
lejos, gente que no te conoce, pero cree conocerte.
Pero cuando lo hacen realmente te desconocen.

Que vida tan ligada a cosas que no deseamos, pero son
objetos inanimados, que la sociedad los muestra como
fortuna, pero en realidad son sólo basura.

Que día tan intenso, mi mente comienza a percibir el
mensaje que transmite el ambiente.

Que día tan verdaderamente hermoso, con el
atardecer que hacen a las cumbres escarlatas.

Pero aún con la intriga del presagio de la mañana.

Pero, al fin entiendo aquel místico presagio de la aurora, y entiendo que hoy será un día para un recuerdo lleno de mucho dolor infinito.

Porque quizás hoy tal vez mi familia va a llorar, y la
persona que amo se reirá con certeza.
Porque quizás hoy es un día en el cual, a esa persona le
diré que la amo, y luego de su rechazo, desobedeceré
du acato con un último abrazo, y me marcharé.
Porque quizás hoy, ella ya no vale la pena, es mejor
despedirse e irse por lo que más se desea.

Porque quizás hoy puedo romper los protocolos del
destino y con una rapsodia decirle al mundo que hoy
me retiro.

Porque hoy es un día en el cual hubiera hecho muchas
cosas, que en toda mi vida no pude realizar.

Pero hoy es un día para morir, y no por amor ni
tampoco dolor, sino por buscar el paso a mi
reencarnación, porque hoy moriré y mañana renaceré.