Vino y nos pasó por encima como una avalancha
Apenas si pudimos interpretarlo
Éramos peces epilépticos en continua crisis
Bocas vomitando tinta por asombro
Respirábamos tan hondo que nos elevaba
Parecíamos eternos
Nos lo exigía, pero nunca supimos estar a la altura de las circunstancias
Y le rogábamos otra oportunidad, aunque fuera en forma de poema o de canción
Nos creíamos más fuertes que lo inevitable...
Y por un momento, lo fuimos