Alan Romero De La O
El Arte De Las Musas
Tu hermoso ser está dotado de hermosura, transformando mis días grises con tu exclusiva dulzura
Mientras te observo me quedo paralizado, por la razón de tus ojos donde me quedo atrapado
Sonrisa perfecta como lo es también tu cara, tu cabello largo oscuro como si fuera cascada
Labios rojos como flor en primavera, suaves y dulces, que no los posee cualquiera
No requieres maquillaje admirable ser celestial, tu rostro ilumina al mundo con belleza natural
Tantas cualidades tienes que no dejo de escribir, pienso en ti cada día y me haces sonreír
Sin ti, no sabría a donde dirigirme, ni hacia donde caminar, pues tú me das las fuerzas para cada día luchar
En cada amanecer lo único que podría desear, es observar tu rostro cada mañana al despertar
Cuando te sientas sola no debes temer, me encontrare día y noche, hasta en un atardecer
Si la mitad de tu enorme corazón me regalas, juro encontrarme contigo en las buenas y en las malas. (Si)
Tu reluciente rostro como la luz de la luna, la doncella más hermosa de eso no hay duda alguna
Admiro tus cualidades, asimismo tus defectos, los científicos se quedan cortos ante tu intelecto
Tu ser ilumina cada rincón de las calles, te idolatro porque aprecias los pequeños detalles
Estaré contigo hasta el final, lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal
La ausencia de tu ser provoca en mi interior angustia permanente, el deseo impotente del alterar la absurda realidad convirtiéndote en un ser omnipresente
Tu risa es la clave para mi bienestar, tu reluciente sonrisa la cura para cualquier malestar