Alan Romero De La O
Envueltos En La Niebla
Mis nostálgicos recuerdos yacen muertos en la aurora
Inocuos los suspiros que presenta el aire sin demora
Niebla voraz quiero sentir tus lagrimas sobre mi mente
Desnuda mi ser, sumérgelo en el sufrimiento de este ambiente
El mar duerme desvaído esperando tu solemne presencia
Las montañas escondidas en tu halito teñido de indolencia
Me pierdo en la tristeza que anida tu abismal mirada
Candente es tu esplendor que deambula en la odisea aclamada
Me consume el aroma de su plenitud celestial, fulgor que se expande más allá del inmenso placer, (del inmenso placer)
A lo lejos irradias con empeño sereno dulzor, abrigando mis recuerdos al amanecer. (al amanecer)
Inhóspito mi cuerpo que se desmorona con tu armonía, reluciente en la soledad del gris ocaso. (gris ocaso)
La infatigable felicidad despedía, al abrazo fornido del delirante y frió rechazo. (frio rechazo)
Volver a nacer entre tus llantos innumerables, el consuelo anhelado de mi gran melancolía
Un sinfín de aberrantes cualidades notables, desprende tu humedad en la añoranza de mis días
Concédeme el honor de traer a aquella linda doncella
La musa que le escribo a diario en las noches con estrellas
El privilegio de acariciar su admirable cuerpo frio, besar sus labios húmedos es lo yo que ahora ansío
Decirle te amo mientras se acelera mi corazón, hambriento mi ser de emociones, me hace perder la razón
Bebiéndome la miel que está impregnada en su cuerpo, recorriendo sus caderas, sus piernas temblorosas
Testiga de caricias solo la fuerza del viento, dueñas de las emociones la frescura de las rosas
Acaricio con pasión la dulzura de su luminosa espalda, mirada inocente irradian sus ojos de esmeralda
Sus pechos se estremecen al aproximar mis manos, con el mismo cariño con el que se toca un piano
Su fragante cabello desprende un brillo impresionante
Como si fuera brisa, de mi rostro es habitante
Solo escuchamos a pájaros conmoviendo con su canto
Mientras la hermosa niebla nos atrapa con su manto
De mi corazón esa chica es el emblema
En cada escrito su exquisito ser proclamo
Abre la puerta de tu corazón para este poema
Que en breves palabras expreso que te amo
Doncella sagrada protégeme con tus alas
Conviérteme en el aire que en las noches tu inhalas
La melodía más impecable es tu voz
Cambia mis latidos a un ritmo mucho más veloz