Luis Eduardo Aute
Señales de vida
Estando ya más que dispuesto a conformarme
A tantos días que no ven amanecer
Me disponía a darle crédito al desarme
Sabiendo que no había nada que perder
Pero, de pronto, dio lugar lo inesperado
Un dulce asalto secuestró mi rendición
Apareciste como un potro desbocado
Y me pusiste a galopar el corazón
Te puedo decir
Mi amor cenicida
Que gracias a ti
Empiezo a sentir
Muy dentro de mí
Señales de vida
A punto de habitar en este cementerio
De fuegos fatuos que jamás tuvieron luz
Me liberaste de ese eterno cautiverio
Donde mi nombre era un crespón bajo una cruz
Y así me arrebataste de mi biografía
Que ya empezaba a no creer en el azar
Para matar al muerto que me convivía
Y despertar al niño que miraba el mar
Te puedo decir
Mi amor cenicida
Que gracias a ti
Empiezo a sentir
Muy dentro de mí
Señales de vida