Cristóbal Briceño
Viento De Noviembre
Sentado en mi antejardín
Pongo en guardia mis oídos
Aprovecho la corriente de aire precisa
Y escucho la respiración

El paquidermo blanco que
Duerme al sol de la tarde
Y cubriendo sus espaldas se levanta inmensamente
Aplana la roca violeta cordillerana

Que se apoya contra la pared
Entera de celeste
Que no quiere decir nada
Que no emite ningún ruido
Que alimenta pensamientos destructivos

Vas y vienes
Viento de noviembre
Vas y vienes
Enciendo mis ideas
Vas y vienes
Viento de noviembre
Vas y vienes
Conoces mi respiración

Vas y vienes
Y entonces
Vas y vienes
Por un instante
Vas y vienes
El mundo puede ser perfecto
Vas y vienes