Cristóbal Briceño
Porque te amé
Porque te amé las flores enviudaron
Cayó una estrella herida por los celos
Entró el verano en mi alma y murió el hielo
Y suaves picaflores me injuriaron
Mi invierno se fue al sol porque te amé
Retrocedió la noche atormentada
Como una negra copa ya vaciada
Porque te amé, porque te amé, porque te amé
Porque te amé dormí en el paraíso
Rompí los nudos, liberé el secreto
Me hice visible, cómplice y concreto
Y me dejé caer bajo tu hechizo
Y anduve el mundo acompañándote
Con una mano en que cabía tu mano
Al paso firme de mi amor pagano
Porque te amé, porque te amé, porque te amé
Nació tanto rosal y todo fue
Casas amadas, lechos y ventanas
Y cada vez que abría la mañana
Despertaba feliz llamándote
El mar me descubrió porque te amé
Me descubrió la hierba y el rocío
Me descubrió lo ajeno y lo que es mío
Y ya nunca te irás aunque no estés