Viva Belgrado
Báltica
Flor de carne que naces en mí
Nutre mis mares, anega mis puertos
Yo no elegí vestir la herida
En el pálpito de mis sentidos
Puedo sentir tu dulce sombra
El barro corriendo por mis venas

Y ahora, tu recuerdo es un joven continente a la deriva, la marea báltica
Una negra latitud que apresa mi dolor transcontinental
El cansancio de quien no pertenece a ningún sitio
Y no hay gloria, es solo ceniza, mi voz quemada encontrando justicia en tus ojos
Venciendo el salitre de los muertos
Sé que mi cuerpo encendido aprende lentamente
Pero ahora no puedo dejar de sangrar