El encuentro fue un alameda de flores y estatuas
Nos pedimos fuego y a deshora bailamos un vals
La llama que encendimos fue una hoguera fatua
Piensa que es solo un juego, ¿Luego a donde iras?
No tengo plan ni planos, la ciudad es nuestra
Que muestra de entusiasmo y de estupor
Tu corazón y el mío como una menestra de claveles en ramo en trenes de vapor

Maestra de las niñas y los niños del suburbio agita la varita y el cafe, su bolso esconde migas de tabaco rubio, su magia sabe hacernos desaparecer, encendí la luz no vi el truco
Yo que me maleduco tonto de mi
Fui acompasando mi camino al de su compañía y así subimos al tranvía a finales de abril

Lo conducía esa irreverente melodía que la primavera roba el tiempo
Porque somos viento todavía, ¿y si fuera la primera flor de acanto que nace a este lado de la ria?
El día que la noche nos sonría haremos travesía de este canto

Nos prometimos ser felices de cualquier manera en una caja de zapatos o una ratonera;
Hemos quemado el pasaporte y alguna bandera ahora seguimos los caprichos de la enredadera que esta trepando por un hilo de tiempo delgado nos ha alejado y ha dejado que nos reencontremos
Sin echar de menos en el pasado compartimos bicicletas y bajamos sin frenos

Bajamos sin frenos
Éramos ella y yo viajando sin frenos
Por una larga avenida que yo al silencio le canto
Es bajar del tranvía y salir volando