[Estrofa 1]
Melancolía gran frenesí,
deslizando lágrimas de carmesí,
en la noche fútil
nacen los demonios de hiel vil.

Los demonios en mi sangre,
dispersen el brebaje del dolor,
y cada gota en su interior,
se deleita emanado rencor.

Las celdas de la amargura se han roto,
escapa; vulnera mi alma,
entro en azoro y finalmente lloro.

Siento como la amargura,
se impregna como una espina,
dejando un hoyo en los recuerdos,
que poco a poco se disipan.

En la esquina de la oscuridad,
el manto de la soledad, me cobija,
y la frialdad del desprecio, me calcina.

Los demonios dejan una ruptura; por esta
vuela el sonido de la amargura,
envuelta en mis llantos,
dejando atrás los quebrantos.

No maldigo al portador del dolor,
cada quien tiene uno en su interior.
El majestuoso corazón es el progenitor,
de lo que todos llaman: amor.