J.s Homero
Ondulaciones
Vuela hacia un lejano paraje,
Una diáfana luz de un ave,
Jugando con las hojas del pino,
Esperando recoger la raíz de su destino.
La lluvia moja sus alas,
Y en la sombra de las ramas,
Prepara el aleteo para partir,
Hacia el páramo de marfil.
Cazadores entre la matizada selva,
Miran el pasar de las aves en la niebla,
El sol lentamente se trasponía,
Mientras el ave en su viaje proseguía.
Sobrevuela el escondite de un asesino,
La pólvora espera cumplir su destino,
En la mira de hoyos de fierro, que
Buscan en un ave un doloroso destierro.

Un perdigón escapa de la escopeta,
Y un escorrozo ruido vuela,
Un viento oblicuo se interpone,
Y cada perdigón disparado esconde.
El ave busca llegar al páramo de marfil,
Un viento extraño no la deja de seguir,
Hasta dejarla en la orilla del puerto,
Y que descanse en un mundo nuevo.
Luego entendí…
Que el ave era su alma,
los perdigones la muerte,
y el viento un Ángel que la cuidaba.
Pronto seré un ave…
Y pronto ella será mi ángel...
Todos volaremos algún día y tendremos un ángel
que será nuestro guía.