J.s Homero
Malicia
Cuando me nombres, tu cuerpo, invoca mi gen
Una sola palabra: el deseo llama
A lo que sólo lujuria se reclama
Desde tus pies al filo de tu último cabello

Cuando me nombres, tu cuerpo, invoca mi gen
La sola mirada entre nuestras pupilas, el beso llama
La que me mira y besa y hiere y ama
Que me abraza, presiona, mira y toca

Llamé a tu cuerpo, no te esmeres
En ser de otras palabras reflejo
De la oscura huella, de su inasible sombra
No perteneces
Pues eres la misma alma de lo prohibido
Pecaremos tras besos inocentes

Quédate con el cuerpo a solas y no esperes
Ser otra cosa que el desnudo espejo
De nuestro deseo
Me nombras y el beso invocas
Como ráfagas interestelares
Más bello cuanto más es preferido
A un velo ameno se asemeja
Tu nombre musical que arrulla y deja
Mi corazón de ensueños florecido
Dormido bajo las sábanas


Responde como un beso de armonía
En la oquedad de la memoria mía
Me bañas en suavidades de ternura

Atónito, dulce y aromado
Tu cuerpo me libera como un verso
Que rima entre líneas de pasión y lujuria maldita

Cuando me nombres besaré tu oído
Cuando me nombres besarás mi cuello
Porque nuestros versos
Hicieron una poesía bajo un sexo de caricias, besos y malicias

Cuando me nombres, nuestros cuerpos lentos
Se estremecerán
Tarde me has descubierto, cuerpo amado
Largos versos han sido escritos con nuestra lengua
Breve tu amor, tu aprendizaje lento
Y cuerpo a cuerpo, acariciadamente
En una soledad inacabable
Se junten nuestras lentas soledades

Cuando me nombres
No te haré el amor
Nos trasformaremos en vida
Disfrazada de esa malicia