[El demonio]
Todos podemos estar enamorados y nos desenamoramos.
Y estar enamorados de nosotros mismos.
Y también desenamorarnos de nosotros mismos.

[Jack]
La mirada en tus ojos.
Estás asustado.
¿por qué alguna vez tendría miedo?

Cada uno de tus amigos dice que huyas lejos de mí.
Soy malo, malas noticias (Pero me gustas).
No quieren ver la basura de los jóvenes. (¿Y qué?)
Eso es lo que todos dicen de mí. (¿En serio?)


No encajo en ese molde de los nuevos poetas cuencanos.
Un cliché dе las tendencias mediáticas actualеs.

Se enojan, luego su sangre se enfría.

Pero sé que no crees todas las mentiras que dijiste.
Que soy malo
Solo otra tragedia.
¿Por qué me importaría un carajo lo que dicen de mí?

¿Qué pasa si hacemos una pareja hinchada?

Soy un pájaro conocido
y tu la que guardaba las alhajas
y vestidos de la reina.
Retrete álguido de tus métricas.

Solo deletrea.

Sueños apotropaicos vuelan fuera de los estantes cerúleos.
Mentiras y pecados decumbentes, pertenece al transbordador del infierno.
Curas con brazos cubiertos de tatuajes filis.
Hay tantos tabúes glabros y pocas dudas.

A veces simplemente, no
puedo soportarlo más.
Estoy realmente luchando por perder la cabeza.
Todo el estrés que me hiciste pasar.
Desearía haberlo hecho desaparecer.
Piensa que es hora de que establezcamos algunos límites.
Te mudaste, satis, pero todavía estás recibiendo paquetes aquí.

Llegué, íncole poeta cuencano,
a mi límite, me empujaste.

Hasta el punto en que envías texto y te dejo en lectura.
Espera, ¿no captas lo que dije?
Yacturas versales.
Mi corazón me dijo que hiciera este porro.
Nos hemos roto mucho antes de este punto de ruptura.
Somos zurupetos.

Dejé de amarme cuando supe que nunca podría darte amor.
Dejé de amarme porque no pude darte amor.
Dejé de amarme porque no puedo darme amor.

¿Puede la poesía dejarse de amar?