Crece conmigo
Vamos a correr por los campos y temerle a la oscuridad juntos,
a caernos de los columpios y prender fuego nuestros objetos especiales
y a jugar juntos bajo el mal tiempo

Vamos a comer mal.
Vamos a mirar a los adultos beber vino y reírnos de su estupidez.
Vamos a sentarnos en el asiento de atrás del coche,
a hacer contacto visual con los extraños que pasen haciéndolos sentir incómodos

Sin que nada nos importe.
Sin decir palabrotas.
Joder.

Vamos a reclamar nuestros super poderes;
los que todos tenemos y perdemos junto a los dientes de leche.
La habilidad para no temer a la incomodidad social
ni sentir pánico al quedarnos encerrados en el sótano;
aunque estemos seguros de que allí hay algo.
Y mientras recogemos de las almohadas cada pluma,
vamos a alejarnos de los bordes de la cama
forzándonos a estar más cerca.

Vamos a sentarnos en público a mitad de la calle con helado por toda nuestra cara,
sacándole la lengua a los transeúntes.
Lloremos,
Nademos,
Hagamos de todo.
No nos tiene que parecer gracioso que alguien se caiga.
La música clásica es aburrida.
Ni tú ni yo entendemos la poesía;
porque ninguna palabra significa lo que es en realidad.
El teatro es largo, aburrido, triste y cansado...
en horas que podrían pasarse rodando por las colinas,
y rasguñándonos las rodillas con la tierra.

Vamos a escuchar historias y a perder la inocencia.
Aprendamos cosas de los padres y el perdón,
la muerte y la moralidad,
la amabilidad y el arte,
perdiendo así nuestros corazones inocentes
pero al menos no hacerlo solos.

Crece conmigo.