[Letra de "Una Tarde"]
[Verso]
Un 14 de Noviembre de un domingo caluroso
LleguĂ© al hĂpico nervioso, con dos millones prestados
El caballo relojeando, nos habĂa sorprendido
Y hoy que echamos una laucha que descarga cuatro kilos
Eran diez los que buscaban llegar primero a la milla
Jaramillo llama para la rotonda los potrillos
La tordilla de los Jara que de pronto se abalanza
Pero enseguida se amansa y sale al tranco por la orilla
Por el uno el de Araya con picante en el mandil
Y con el dos corre el mĂo, del stud, el borrachĂn
Con el tres, Rodrigo Blanco del haras el firmamento
Ese tiene todo el vento, bien pagados en los boletos
Al cuatro lo corre el Beto, un bigotudo mendocino
Y el cinco va con Chupino, dispuesto a dejarlos quietos
Con el seis va el de Mamina, y el siete es el de los Jara
El ocho de los Contreras, el de el paraĂso es el haras
El nueve venĂa de entrar a media cabeza en la calle
Lo corrĂa Pepito Valle porque bien lo conocĂa
Y el diez uno de FarĂas del stud, nunca me falles
Son tres cuerpos adelante, si la mente no me falla
El PingĂł va a dar batalla cuando entremos al derecho
Del Ăşnico que sospecho es del Zaino de los Araya
Yo le dije al aprendiz: "Tranquilo, tenga paciencia, venga atento y aproveche algĂşn huequito si le queda, no se olvide que Noriega lo supera en experiencia"
Relojeo pa'l sport y daba 5,50
Y esta manga de fierreros dicen fija el favorito
Lo cuidaba Gorosito, un conocido en las cuadreras
Los patrones unos ricos dueños de que vida buena
Yo tocaba los billetes como por Ăşltima vez
Y aunque siempre tengo fe y más si corre mi caballo
Hoy si gana me desmayo por culpa del sentimiento
Y en la pantalla aparece el cartel del incremento
Primero jugué un millón pa’ controlar la carpeta
Y los jockey ya montados, desfilando pa' la cancha
Y yo si pierdo, siempre tengo quien me de pa' la revancha
Ya la plata me quemaba como a todo jugador
Y me jugué el otro millón, si al final pa’ eso lo traje
Mis rivales van de traje transpirando del calor
Ya parado en la tribuna, la panza me retorcĂa
Y el cuida ni me miraba, pensando en el desarrollo
Y el Nico armaba un cogollo por los nervios que tenĂa
Y el banquero que me llama, me dice: "ÂżVos te cubriste?, los tenes abajo del brazo, decime que yo le juego"
Que el estudia el escolazo termina siendo banquero
No terminamos el faso que ya sonĂł la campana
Y el starter que llamaba uno a uno a la gatera
No quiere entrar el de Contreras, retĂrelo compañero
Comparado con el lote ese era el más parejero
"Doy la fila con el cuatro" dijo un hombre de camisa
Como teniéndolo en fija buscando algún contrincante
Mientras miro la revista y digo: " ÂżY este debutante?"
Al final entraron todos a tres minutos de espera
Y asĂ largĂł la carrera se piro el cuatro adelante
Y digo: "Este vigilante ya nos tiene en la cartera"
Cuando apenas sueltan, chocan el de Valle con Chupino
Por poco chocan al mĂo que se salvĂł de milagro
La yegua quedĂł en el bardo junto con el de FarĂas
Que si alguno se caĂa, tiraba a todos los otros
Y el de Araya como loco al ver que la fusta perdĂa
Entonces en la vanguardia iba el Beto cuatro largos
Y el de camisa gritando: "Te van a ver en las duchas"
Más atrás en dura lucha, Contreras con el de blanco y a medio cuerpo esperando el mĂo junto a los palos
Le pido al cielo un regalo para mi en la Ăşltima recta
Ya que ese choque en la suelta dejĂł tres desconectados
Dominaba el debutante pisando los novecientos y el nuestro venĂa teniendo confiando en su atropellada
De repente el de Contreras sale en busca del puntero
Lo corrĂa un brasilero que Panchito lo apodaban
Y el mĂo se acomodaba con un leve movimiento
Y ahĂ le grito: "No te apures falta mucho todavĂa, que si ellos siguen peleando arriba llegan sin fuerzas, vos espera estate alerta, cambia de mano y move, y en el codo le metes un chirlito en las paletas"
Ya pisaron el derecho y al pescuezo el debutante
Y eso brasilero atorrante que en su idioma le gritaba
Y el mĂo que ya doblaba en lĂnea con el de blanco
Y yo para serte franco, pensé que este los pelaba
Y de repente el Petiso por fuera gana terreno y ya se pone tercero cuando pisa los trescientos
Y ahà me paré del asiento porque la cosa cambiaba
Y el Nico que lo gritaba con cara de sufrimiento
Y el debutante se para, dio todo lo que tenĂa
Y Panchito se ponĂa punteros, y aĂşn no pegaba
Y el de nosotros tampoco, y de a poco se le acercaba
Ciento cincuenta finales, Panchito un cuerpo adelante
Y por los palos el picante con la gorra le pegaba
Y el mĂo que aprovechaba que encla cruz iba liviano
AhĂ se prende mano a mano y el fierro ya se paraba
Un gordito que gritaba: "¡Enrique salva la plata, no tengo ni pa' alpargatas no me mandes a robar!"
Y yo que empiezo a llorar porque siento que ganaba
Y el Nico se disparaba, no la quiso ni mirar
Y cruzaron los dos juntos en un hermoso final
Yo gritaba emociona'o por lo que hizo mi caballo
Y si la pierdo en el fallo igual le voy a agradecer
Prefiero perder por pingo a que ganar por defender
"Incremento de un millĂłn" Avisan en el parlante
Y la verde en el instante al tope del marcador
Y yo que tengo valor juego quinientos en la raya
Y sueldo que no se calla con cara de vencedor
Va a buscar al peĂłn por la cancha como loco
Y el vocero con la foto dice: "Hay un ganador"
El de sueldo por hosico ganĂł en el Ăşltimo salto
Y Nico se rompe en llanto con El Mero de alegrĂa
Te dije que no perdĂa si le dejaban el hueco
Y mirándolo de lejos al pibe le agradecĂan
Con cinco fotografĂas, armaron un lindo cuadro
Y entre los cuatros abrazando al caballo lo tenĂan
"Que pingo, mamita mĂa" Los cordobeses gritaban
Y la hinchada que esperaba pa' sacarse alguna foto
Y el banquero poco a poco del hĂpico se escapaba
Al final, dio nueve pesos cuando subiĂł el incremento
A dos millones quinientos, saquen ustedes la cuenta
Y entre los dos decidieron al pibe darle el cincuenta
Pa' que le siga corriendo, y que nunca se de cuenta
Fue una tarde de alegrĂas, de mezclas de sensaciones
De saber que las pasiones no se dejan pa' otro dĂa
En esto no hay garantĂa sin antes llegar al disco
Pareciera que el Zorrito lo empujó desde allá arriba
Saludo a los propietarios, a los peones, a los buscas
Y a los dueños del segundo los invitó si no se asustan
En la cancha que usted quiera y la distancia que le gusta
Pero esta vez seré yo el que corre sin la fusta