Osiris Rodríguez Castillos
Carta de otoño
Sólo me siento solo
Porque no estás conmigo
El tiempo se me alarga en una pena
Que no tiene regreso, ni destino...
Suelo tirar piedritas en el pozo
Como un gurí... porque me gusta el ruido
Redondo que despiertan de un silencio
Tan hondo como el mío
Y suelo ir arrastrando las espuelas
Para ponerle puntos suspensivos
Al antiguo sendero de andar juntos...
De tarde, casi al alba de los grillos
Voy al palenque; muere el horizonte
Con un delgado tajo de oro vivo
Mientras se ondula y crece en las lomadas
Un intensa costumbre de mugidos...
No galopo como antes
Por el llano tranquilo
Gusto llegar al monte rumoroso de nidos
Abrevar mi caballo, conversar con el río
Recostarme a los últimos arrullos de la tarde
Y estar sobre la playa como un árbol caído...
No tengo soledades de pagos que no he visto...
Sé que la dicha es un paraje raro
Que no tiene baqueanos, ni caminos...
Y no es mi soledad fruto del campo
Ni mi silencio
Mi silencio es hilo
De este sonoro manantial de ausencia
Que acaso me dejaste por olvido
Sólo me siento solo
Porque no estás conmigo...