Osiris Rodríguez Castillos
Grillo nochero
I
Cuando una estrella recorre
Las sombras como una lágrima
Siento que llora la noche
Profundamente angustiada

Entonces, como una novia
Tiembla de amor mi guitarra
Y el campo nunca me dice
Que un grillo más no hace falta

Sólo las sombras escuchan
A quien entre sombras canta
Pero confiado en el viento
Me pongo a elegir palabras...

Tal vez él lleve mi copla
Donde más se precisaba
Donde un trébol de cuatro hojas
Pueda salvar la esperanza

II
La noche y la duda enseñan
A contar con casi nada
Rumbear con pocas estrellas
Andar sin mucha confianza...
Pero mi fe, en un rescoldo
Que ni alumbra ni se apaga
Mantiene intacto el secreto
Primogénito del alba

Al principio de los tiempos
Fui una estrella en la mirada
De Dios, de Cuya pupila
Descendí como una lágrima

Hoy, dolido de mi oscura
Muchedumbre condenada
Soy un pedazo de sombra
Que se rebela y que canta

III
En mi estatura de barro
Tengo un ave aprisionada
Tiembla en la gruta del grito
Y aletea en mi garganta

Sé que un día entre los días
Cuando Dios quiera juzgarla
No temerá en Su presencia
L'ave cantora de mi alma
Clavado en la Cruz del Sur
Con cuatro clavos de plata
Confío en ser perdonado
Lo menos por cuatro causas

Por mi destino de sombras
Mi adversidad, mi obstinada
Vocación de palo a pique
Mi canto de pico y pala