He cantado tanta muerte
Y muertos de mi costado
Y a manera de inventario
Trescientas cruces de palo
Expusé los desamores
El olvido y otras dudas
Y con lámparas heladas
He desmembrado la luna

Pero también fui testigo
Del horror de mis hermanos
De mi juventud herida
En tiempo de los tiranos

Tiranos y dictadores
Doctores de la picana
Maestros de las dolores
No tendrán nunca un mañana

Pues señores la belleza
Enemiga es de la arpía
Humillados y ofendidos
Ya vamos por nuestro día

Je me souviens, yo me acuerdo
Cómo olvidarlos mis males
Los puntapiés, los insultos
Mis queridos oficiales
Porque ningún general
De cívicos militares
Serán recordados nunca
Sólo desprecio y vinagre
Perdónenme mis amigos
Faltó El Trigo de la Luna
Pero está mi corazón
Que no quede duda alguna