[Letra de "Y Nos Dieron las Diez"]

[Verso 1: Rocío Dúrcal & Joaquín Sabina]
Fue en un pueblo con mar
Una noche después de un concierto;
Tú reinabas detrás
De la barra del único bar que vimos abierto
—"Cántame una canción al oído
Y te pongo un cubata"—
—"Con una condición:
Que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata"—
Loco por conocer
Los secretos de mi dormitorio
Esa noche canté
Al piano del amanecer todo mi repertorio

[Verso 2: Rocío Dúrcal & Joaquín Sabina]
Los clientes del bar
Uno a uno se fueron marchando
Tú saliste a cerrar
Yo me dije: "Cuidado, chaval, tе estás enamorando"
Luego todo pasó
Dе repente, mi dedo en tu espalda
Dibujo un corazón
Y mi mano le correspondió debajo de tu falda
Caminito al hostal nos besamos en cada farola
Era un pueblo con mar
Yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola
[Coro: Rocío Dúrcal & Joaquín Sabina]
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una, y las dos, y las tres
Y desnudos al anochecer nos encontró la luna

[Verso 3: Rocío Dúrcal, Joaquín Sabina & Ambos]
Nos dijimos adiós
Ojalá que volvamos a vernos
El verano acabó
El otoño duró lo que tarda en llegar el invierno
Y a tu pueblo el azar
Otra vez el verano siguiente
Me llevó, y al final
Del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente
Y no halle quien de ti me dijera
Ni media palabra
Parecía como si
Nos quisiera gastar el destino una broma macabra

[Verso 4: Rocío Dúrcal, Joaquín Sabina & Ambos]
No había nadie detrás
De la barra del otro verano
Y en lugar de tu bar
Me encontré una sucursal del Banco Hispano Americano
Tu memoria vengué
A pedradas contra los cristales
-"Sé que no lo soñé"-
Protestaba mientras me esposaban los municipales
En mi declaración alegué que llevaba tres copas
Y empecé esta canción
En el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa
[Coro: Rocío Dúrcal & Joaquín Sabina]
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una, y las dos, y las tres
Y desnudos al anochecer nos encontró la luna
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una, y las dos, y las tres
Y desnudos al anochecer nos encontró la luna