Si sólo fuera una bala
Lo que atravesara mi cuerpo
Si no estuviese acompañada
De un olvido carmín tan intenso

Aceptaría la bala
Y descubriría, por fin
Que no era una bala y sí un verso
Que no era una bala y sí un verso

Porque me gusta reír y llorar a la vez
Quedarme sin aire y silbar
Romper mi promesa y volver al lugar
Del que nunca he sabido escapar

Porque me gustan las olas del mar
Que borren mis huellas, que bañen mis pies
Seguir a tu lado para contemplar
La vida al dеrecho y la muerte al rеvés

Quemar el palacio, dormir en Potala
Un viaje al espacio sin ninguna escala
Detenerme un instante
A contar elefantes, pintar un mandala

Festejar todo, hasta un autogol
Dar gracias al mundo y al astro rey sol
Que funde la nieve de un planeta inmenso
Y lo baña en grosellas e incienso, pienso…

Si sólo fuera una bala
Lo que atravesara mi cuerpo
Si no estuviese acompañada
De un olvido carmín tan intenso

Aceptaría la bala
Y descubriría, por fin
Que no era una bala y sí un verso
Lo que se detuvo en mí


Porque me gusta que caiga por su propio peso
La luz y la fruta madura
Hasta que a la vista sólo quede un hueso
Secándose al sol con exceso y premura

Me gustan las sombras que nacen a oscuras
Camiones que pasan y arrastran basura
Milagros de Santa, gargantas con nudo
Bañarme desnudo con esta armadura

Me gustan los rayos que acopian locura
Dotando de vida a la vil criatura
Que salga de noche y ande el laberinto
Donde el camino es indistinto
Me gusta lo que dejaste en mí
Que encaje la llave, quitarme el bombín
Y seguir a los mandos de la aeronave
Que sirva mi carne para otro festín


Si sólo fuera una bala
Lo que atravesara mi cuerpo
Si no estuviese acompañada
De un olvido carmín tan intenso

Aceptaría la bala
Y descubriría, por fin
Que no era una bala y sí un verso
Lo que se detuvo en mí