Leiva
Oncemil
No me gusta herir a quien amo
No me gusta traer el pasado
Aquí, al presente
No me gusta sentirme ausente
Cuando tú vives a mi lado

No me gusta matar las horas
Sonreír si no soy feliz
Convertirme tan sólo
En un fantasma amante de todos
Vendiéndole el alma al diablo

No me gusta vivir así, así...

Así, como si no doliera
Así, como si no estuviera
Ahogándome en palabras mudas
Con las manos duras de arañar la arena

Partido en once mil pedazos
Callándole la voz del alma a los dos
Asumiéndome un caso perdido

No me gusta herir a quien amo
No me gusta traer el pasado
Aquí, al presente
No me gusta sentirme ausente
Cuando tú vives a mi lado

No me gusta matar las horas
Sonreír si no soy feliz
Convertirme tan sólo
En un fantasma amante de todos
Vendiéndole el alma al diablo

No me gusta vivir así

Así, como si no doliera
Así, como si no estuviera
Ahogándome en palabras mudas
Con las manos duras de arañar la arena
Partido en once mil pedazos
Callándole la voz del alma a los dos
Asumiéndome un caso perdido
La suma de las dos mitades
La lágrima alimenta al río
La cura de las vanidades
La luz abriéndose camino
Para dar olvido a las soledades

Así, como si no doliera
Así, como si no estuviera
Partido en once mil pedazos
Callándole la voz del alma a los dos
Asumiéndome un caso perdido