Claudio Baglioni
Yo te tomo como mi esposa
Yo te tomo como mi esposa
De frente a Dios y a verdes prados
A mañanas densas de niebla
Y adormecidas estaciones
A las frescas noches de estío
A un fuego siempre encendido
A las hojas secas de otoño
Al viento que no calma nunca
A la luna blanca señora
Al mar tranquilo de la noche

Yo te tomo como mi esposa
Frente a los campos de mimosas
Y a pinos blancos de nieve
A los techos de las viejas casas
A un día claro y sereno
Al sol extraño de la tarde
Al olor tan fresco del heno
Al agua brava del torrente
Yo te tomo como mi esposa de frente a Dios