Fernando Delgadillo
El atajo
Un pájaro me espía
Desde atrás del tronco de un árbol
Luego tres, y el bosque empieza
A tener ojos por doquier

El suspiro del viento
Se desliza susurrando entre las hojas
Que el rico antifaz del valle
Invita a ver

No me digas que me quieres
Ni me des de lo que no has probado
Que aunque me quedara a ver;
No eres doncella de cera
Lo que yo partí buscando no eres tú
Ni soy la abeja para tu pequeña red

Las hojas son la alfombra de oro
Y un camino largo es y será
Ese por donde me llevas
Si no sabes ir

La tarde se torna en noche
Y como no tomé un atajo
Me sorprenderá la oscuridad
Sin nada a que venir

Tú me dices que me piensas
Y a medida que me engaño
Invento amores
Que perduran a pesar de ti y de mí;
Pero sólo es un hechizo
Y la fortuna y el acaso
Se han encontrado y del brazo
En una torre de marfil

Vamos a jugar
A escondernos en el bosque
Y al final, que cuente, si quiere
Hasta cien el ruiseñor
Vamos a jugar
Al juego del atajo
Y el que lo halle pronto
Acabará empezando el día ante el sol

Va la tarde
Que ha tendido a recostarse
Y sus encantos se disfrazarán
De intrincado jardín;
Que desciendan de su torre;
La fortuna y el acaso
Y que una cómplice sonrisa
Se den para despedir