José Severo hombre humilde, Pastor de cabra y creador
En toda el área de burgos, considerado el mejor
Esposo y padre entregado, se ha convertido en matón
Su esposa claudia martines, Hermosa y con ambición
Tenia un amante secreto, dicen que era un comprador
De esos que pagan y explotan, los frutos de la región
Una mañana de octubre, el caso se engrandeció
Hasta la casa de ambos, el comprador la busco
Y enfrente de sus dos hijas, se fugo con el señor
Corriendo llegan al campo, las hijas de aquel pastor
Para avisarle a su padre, que su madre se marcho
Llorando les suplicaba, no la mates por favor
Lleno un barrilito de agua, y en el monte se perdió
Casi dos horas y media, sin parar lo recorrió
Y en el cruce del arroyo, hay los intercepto
Con un fusil que portaba, asesino al comprador
Vio a claudia con gran tristeza, era inhumano el dolor
Y recordando a sus hijas, la vida le arrebato