Héctor & Tito
Una Noche
Llorando
Vivo llorando porque se esta rompiendo el amor mío
Porque cuando mas te necesite, me dejaste con frio
Vivo llorando porque me encuentro triste y vacío

Una noche tuve que aprender a amar
Y otra, a dejar de amar
Una noche tuve que aprender a soñar
Y soñar, y otra dejar de soñar
Una noche tuve que aprender a amar
Y otra a dejar de amar
Una noche tuve que aprender a soñar
Y soñar, y otra dejar de soñar

Siempre me pregunto porqué dices que el hombre no llora
La vida es una, a todos nos llega la hora
Está quien sufre y solo piensa en llorar y llorar y llorar
Siempre me pregunto porqué dices que el hombre no llora
La vida es una, a todos nos llega la hora
Está quien sufre y solo piensa en llorar y llorar y llorar

La vida sigue y uno se enamora
Esta l que vive de una fantasía
Aquel que sueña que llegue la hora
Al que ahora espera y uno se confía
El tiempo pasa, el sueño se demora
Triste es la espera, sufres la agonía
El ser que ama y en amor se crece
El que no es dueño pero la merece
El que la quiere y entrega su vida
El que la ama pero es prohibida
Aquel que entrega todo un derroche
Y esta el que pide solo una noche
Una noche tuve que aprender a amar
Y otra, a dejar de amar
Una noche tuve que aprender a soñar
Y soñar, y otra dejar de soñar
Una noche tuve que aprender a amar
Y otra a dejar de amar
Una noche tuve que aprender a soñar
Y soñar, y otra dejar de soñar

Y siente, el amor cuando toca tu puerta
El amor es uno y cura cualquier herida
Por mas grave que sea tu problema
El amor se respeta
Y siente, el amor cuando toca tu puerta
El amor es uno y cura cualquier herida
Por mas grave que sea tu problema
El amor se respeta

Siempre me pregunto porqué dices que el hombre no llora
La vida es una, a todos nos llega la hora
Está quien sufre y solo piensa en llorar y llorar y llorar

Ámame, siente lo que por ti yo siento
De corazón me estoy muriendo
Créeme, estoy aquí como un niño
Un niño que tiene hambre y ya se esta haciendo tarde
Para decir, para decirte lo que siento
Un mal entendido frustró lo nuestro