Fernando Cabrera
La última orquesta de señoritas
Tan gordas, tan pintadas
Tan cursis, tan solteras
Tan los labios pintados
Tan los trajes de seda
Tan el piano, el violín
Tan tin, tin tan, tan ton
El violón, el violón

Murieron los jazmines
Sobre los altos senos
Ya está verde violácea
La que tomó veneno
La vamos a enterrar
Dentro del violoncello

Ha tiempo que no iba
Por el café del puerto
Partitura amarilla
Atril con polvo, espejo
Sin imágenes, lento
Pasar de antiguas sombras
Por el café desierto
Y la Registradora...
Con el cajero muerto