Con esa especie de causa medieval
Que llevan entre los hombros
Los habitantes de este olvido
Recorren sus convencidas
Sus difusas pertenencias
Las nubes emiten sombras
Sólidas como la lluvia
Y los rayos son rutas
Ciegas del firmamento
Los taxis de la plaza
Con sus propias coronas
De flores que acompañan
Y alegres gritan el olor
Creciente de la agonía
Olor creciente de agonía