Ismael Serrano
Ya llegó la primavera
Ya llegó; la primavera en unos grandes almacenes
El último neón centellea
Mientras media ciudad aún duerme
Madrid despierta perezosa
Vuelven las putas a sus guaridas
Unos esperan en casa, otro se ata a su rutina

Mil prisioneras en sus casas despiden a sus maridos
Falsos retazos en los besos de lo mucho que han perdido
Amanece lentamente y la guerra de lo cotidiano
Derrotará; a estas mujeres que se pasan la vida esperando
Otra vez en el 62 se volverán a encontrar
Ella y él medio dormidos camino de la facultad
Durante más de tres años comparten
Ese viaje cada mañana
El uno en el sueño del otro y nunca se dirán nada

Ya llegó; la primavera en unos grandes almacenes
El último neón centellea
Mientras media ciudad aún duerme
Madrid despierta perezosa
Vuelven las putas a sus guaridas
Unos esperan en casa, otro se ata a su rutina

Un indigente solicita una urgente ayuda
Que le pierda
En su soledad adictiva, que le aleje de tanta mierda
Aunque ninguna droga ya adormezca
Aunque mañana se muera
En unos grandes almacenes llegará la primavera
No pudo soportar el estrés aquel eficiente ejecutivo
Aquella mañana la ciudad le convirtió en un asesino
En plena calle sacó un arma
Y disparó a discreción matando
A un indigente, dos jóvenes y un marido
Que a una mujer dejó esperando
Ya llegó la primavera en unos grandes almacenes
El último neón centellea
Mientras media ciudad aún duerme
Madrid despierta perezosa
Vuelven las putas a sus guaridas
Unos esperan en casa, otro se ata a su rutina