Ismael Serrano
Ahora que te encuentro
Ahora que la vida nos arranca nuestra manta
Y perdido e hipocondríaco, ya no duermo de un tirón
Ahora que la noche es un rumor de risa ajena
Que se aleja por la calle y nos congela el corazón
Ahora que respiro y resulta más difícil
Sacar bajo nuestra piel las astillas del recuerdo
Ahora que me pierdo las auroras de Madrid
Y no suenan en las radios las canciones que te debo
Ahora que te miras por más tiempo en los espejos
Ahora que necesitamos excusas para emborracharnos
Ahora que la brisa no enmaraña nuestro pelo
Ahora que ya no marcamos tantos goles con la mano
Ahora que discuto a gritos con el telediario
Que reconozco en mi enojo las manías de mi padre
Ahora que en los bares ya no crecen crisantemos
Que regreso de muy lejos y no deshago el equipaje
Ahora traes la lluvia y, aunque ya no tenga edad
Me desvisto en la tormenta, grito tu nombre en la calle
Ahora que te encuentro todo se vuelve verdad
Se derrumban los palacios y traes verde a sus solares
Haces que este otoño ilumine mis mañanas
Y haga callar al reloj del vientre del cocodrilo
Traes un corazón para cada hombre de hojalata
Ahora cambias mis razones y me vistes de domingo
Ahora que he aprendido a desaprender las reglas
Y que todo temporal nos regala una enseñanza
Y a decir que te amo con 140 letras
O a encerrar en un gin tonic todas nuestras esperanzas
Ahora que las noches sin tu luz me han enseñado
Que toda felicidad deja algún damnificado
Que, en las caracolas, el mar nombra tu recuerdo
Que revuelvo mis cajones para encontrar tu retrato
Ahora traes la lluvia y, aunque ya no tenga edad
Me desvisto en la tormenta, grito tu nombre en la calle
Ahora que te encuentro todo se vuelve verdad
Se derrumban los palacios y traes verde a sus solares
Haces que este otoño ilumine mis mañanas
Y haga callar al reloj del vientre del cocodrilo
Traes un corazón para cada hombre de hojalata
Ahora cambias mis razones y me vistes de domingo