Quilapayún
Relato Ii
Fue muy vasto el origen de tu sangre
Y un largo aprendizaje tu destino
Fue el llegar de preguntas y de asombros;
Fue el sembrar de milagros cada signo
Fue el que rostros y tierra se miraran
Y tierra y rostro fueran un deseo;
Fuiste entonces, América sin nombre
El regazo de un mundo postrimero
Pasaron siglos rudos, siglos suaves
Y pasaron los siglos ya olvidados
Pasó Chichén Itzá, pasó Palenque
Pasó Chavín y Nazca y Tiahuanaco
Desde oriente vinieron nuevos rostros
Y la nueva corriente de los siglos
Y de nuevo el asombro, las preguntas
Y de nuevo un milagro en cada signo
Tenochtitlán perdió sus aguas mansas
Tahuantinsuyo quebró sus cuatro puertas
El Dorado abrió sus espejismos
Y otra estirpe nacía en el planeta