[Verso 1]
¡Despierta!
Repetía con gran insistencia
Al encontrarnos como cuerpos astrales cerca de la constelación de géminis
¡No duermas más! Tu cuerpo ha descansado lo suficiente, decía
Y yo, desvaneciéndome entre agujeros negros, la observé lejana…
Estática, pálida, bajo un respirar artificial
Permanecía inerte como la noche anterior
Aspiraba e inhalaba desconciertos;
Mientras mí lúgubre palpitar exclamaba: ¡despierta!
La tierra rodeo al sol una vez más
Mis ojos fatigados se inundaban sin respuestas;
La tediosa incomodidad me abatía
Y el triste y susurrante despierta se volvía a repetir en mi cabeza
Le adoraba sin cesar, su figura era mi resplandor
Pero su imagen cada vez se desvanecía
Al fin, comprendí que yo era un soñador
Y ella, la flor inmarcesible, contemplaba al fénix renacer